¡Por fin! Después de una lluviosa y poco apacible primavera ha llegado el verano, y con él, el calor. Y es que la llegada de la estación estival tiene sus cosas buenas (playa, vacaciones, terraza, buen tiempo, fiesta, más horas de sol…) y otras en las que hay que adoptar ciertas precauciones en según que horas y que personas. Esas precauciones están determinadas por el calor.
Si haciendo una actividad normal diaria esas precauciones tienen que estar presentes, a la hora de hacer deporte tienes que tenerlas aún más claras. Ya que no es lo mismo realizar una actividad física en verano que en invierno, otoño o primavera debido a que las condiciones no son las mismas. La temperatura, los hábitos o los horarios son factores a tener en cuenta.