Para algunas personas hacer ejercicio es sinónimo de esfuerzo, de mucho esfuerzo. Sin embargo (y esto seguro que los que hacéis deporte lo sabéis) al finalizar una sesión de entrenamiento sentís una sensación placentera que os ayuda a volver y crear una rutina con el tiempo. Y es que cada vez más estudios corroboran que deporte y felicidad van unidos.