Estás en la playa, de viaje con amigos o en familia. Rompes tu rutina después de muchos meses, comes diferente, duermes poco… en definitiva te liberas y disfrutas de unas merecidas vacaciones y dejas de entrenar. ¿Y sabes qué? No pasa nada, no te preocupes. Estar fuera de casa no significa tirar tu progreso por la borda. Pero si deseas no abandonar por completo el ejercicio con un poco de planificación y flexibilidad, puedes mantenerte activo sin arruinar tus días libres. Aquí te contamos cómo hacerlo.
Define tu objetivo en vacaciones
Antes de preocuparte por el gimnasio del hotel o los entrenamientos improvisados, sé realista con lo que esperas lograr durante tu viaje. No es lo mismo mantener que progresar. Hazte una pregunta. ¿Quiero mantener lo que ya he ganado o seguir avanzando?
Si la respuesta es mantener, bastan entrenamientos breves y consistentes (15-30 minutos).
Si es avanzar, necesitarás mayor compromiso y planificación y quizás no podrás disfrutar de las vacaciones que es lo que realmente necesitas estos días.
Entrena con lo que tengas
Aunque no estés en el F10 SPORT CENTER, podrás arreglártelas solo durante unos días.Aquí algunas opciones según tu entorno:
En un hotel:
Busca si hay gimnasio disponible. A veces son básicos, pero puedes hacer maravillas con bandas, mancuernas y una cinta.
Si no hay gym, usa tu habitación: flexiones, sentadillas, planchas, burpees, etc.
Rutina exprés de 20 minutos puede ser suficiente.
En la playa o montaña:
Camina, corre o sube cuestas. Usa el entorno: bancos, rocas, arena. Nada, anda en bici o haz una caminata larga. ¡Todo cuenta!
Sin equipo:
Ejemplo de circuito: 15 sentadillas, 10 flexiones, 30” plancha 20 saltos
Repitelo de 3 a 5 rondas según tus condiciones.
Mantén la consistencia, no la perfección
En vacaciones, la clave es hacer algo, no hacerlo perfecto. Si entrenas 3 días en vez de tus 5 habituales, está bien. Si haces sesiones más cortas, también está bien. El objetivo es no parar por completo, así volverás a tu rutina más fácilmente después.
Consejo: Entrena en la mañana. Así no chocarás con planes o imprevistos durante el día.
En definitiva, viajar o estar de vacaciones no es una excusa para desconectarte por completo de tu bienestar. Con intención, flexibilidad y algo de creatividad, puedes seguir entrenando, cuidarte y disfrutar al mismo tiempo. Pero si no haces nada, no te obsesiones, tendrás el resto del año para cuidarte. ¡¡Disfruta de las vacaciones!!
Respuesta