¿Llevas una temporada en el que a la hora de hacer deporte te notas cansado y con pocas fuerzas de afrontar la rutina? ¿Quieres dar un paso más en tus objetivos deportivos pero no encuentras el camino para una mejora? Es hora que empieces a darle importancia a tu descanso y que conozcas la necesidad de una buena higiene del sueño.
¿Qué es la higiene del sueño?
Podemos definirla como una serie de hábitos y técnicas que favorecen un descanso adecuado. Pero esto no se consigue de un día de para otro. Tienes que buscar la causa por la que tu descanso puede que no sea adecuado (estrés, enfermedad, cambio de rutinas, factores ambientales, colchón…) ya que todos los factores cuentan.
Y es que la falta de sueño tiene consecuencias a corto, medio y largo plazo. Dormir poco y mal puede acarrear problemas cognitivos, cardiacos, emocionales o desencadenar en una enfermedad grave. No solo es tener un mal día o levantarte de mal humor, como veis, va mucho más allá.
Estamos “programados” para que nuestro cuerpo tenga un tiempo de descanso con el objetivo de prepararnos para afrontar física y mentalmente el día siguiente. Durante ese tiempo de reposo nuestro cuerpo realiza una serie de funciones que ayudan a que el organismo este en perfecto estado y recupere energías.
¿Cómo conseguir una buena higiene del sueño?
Hemos hablado ya de algunas causas que pueden provocar un mal descanso. Pero puede haber muchas más. Si realmente el problema persiste en el tiempo y no eres capaz de identificarlas lo mejor es que acudas a tu médico y le expliques tu situación. Nosotros te vamos a dar una serie de recomendaciones genéricas.
- Evita las cenas copiosas y si puedes hazla dos horas antes de irte a dormir.
- Evita las sustancias estimulantes (café, refrescos, alcohol…)
- Establece una rutina para dormir y para levantarte, es decir elige una hora de irte a la cama y otra de levantarte.
- Adopta un estilo de vida activo. SI eres de los que estás todo el día sentado, busca aficiones o momento durante el día en el que puedas hacer ejercicio. Di adiós al sedentarismo.
- Cuidado con las siestas. Vigila el tiempo. Una siesta muy larga puede provocar que por la noche tengas dificultad para dormir.
- La temperatura de tu habitación es importante a la hora de dormir. Lo ideal es entre 17 y 20 grados.
- SI eres una persona muy activa, busca técnicas o ejercicios de relajación. Ayudará a que te vayas a la cama dejando los problemas diarios a un lado. En el gimnasio tenemos una clase de Stretching, pruébala.
- Deja el móvil o el ordenador un par de horas antes de ir a la cama. La luz que emiten no ayuda a conciliar el sueño.
En definitiva, debes tener una buena calidad y cantidad de sueño para afrontar el día, eso te ayudará no solo en tus objetivos del gimnasio sino en los de tu vida.
Respuesta