Este mes hemos querido saber un poco más sobre los efectos psicológicos que produce el deporte en niños y adolescentes y para ello hemos entrevistado a la psicóloga zamorana especializada en psicología infanto-juvenil Cristina Turuelo.
¿Qué aporta el deporte, desde el punto de vista psicológico a niños y adolescentes?
Lo principal es que se diviertan, que se relacionen con otros iguales y compartan el interés por una actividad común. Aunque parezca mentira en los últimos tiempos no es tan habitual la participación de los niños en estas actividades debido a la “afición desmedida” que hay a las tablets, móviles y videoconsolas, que a la larga fomenta el individualismo y los problemas de relación y comunicación con el entorno.
Por otra parte, el deporte aporta disciplina, les enseña a tomar decisiones y a cumplir reglas y fomenta el trabajo en equipo. Es algo importante porque actualmente se presentan muchos casos de niños y adolescentes con problemas de conducta, que en ocasiones provienen de una educación permisiva y carente de normas. Por lo que si a través del ejercicio el niño ve que la sociedad también se rige por esos códigos es un punto a favor.
Otro beneficio es el aprendizaje a través del esfuerzo, actualmente la sociedad busca resultados a través del esfuerzo mínimo y la recompensa inmediata, por lo que en ese sentido, el deporte aporta esa visión en la que para conseguir un objetivo se requiera de un trabajo y esfuerzo previo.
En la adolescencia la dificultad está en engancharlos al deporte si no lo han hecho hasta entonces. Por ello lo mejor es que ellos mismos prueben y busquen una actividad que realmente les motive. Los adolescentes en esta etapa empiezan hacerse preguntas como quién soy, cómo soy, es una etapa de cambios físicos y psicológicos, y de frustración que a veces aparece en forma de agresividad, por eso el deporte les puede ayudar a conocerse a sí mismos a liberar tensión y a canalizar la energía que a veces les desborda.
Estamos en la era de la tecnología. Hay videojuegos de deportes pero los niños cada vez lo practican menos… ¿Qué problemática te estás encontrando ante esta situación?
Más que sustituirse uno por el otro podemos decir que es un problema paralelo ya que hay críos que aunque practican deporte tienen el vicio por los videojuegos. Pero el problema real viene cuando no saben entretenerse con nada que no sea el móvil o la tablet. No les divierte jugar a otra cosa, no le apetece ni si quiera salir de casa, ni relacionarse con los demás. Al fin y al cabo, los videojuegos promueven el sedentarismo e individualismo de la persona. Además, proporcionan una estimulación constante, enganchando de tal manera que cuando llega el momento de dejar de jugar aparecen los problemas de conducta, porque se niegan a parar la partida, devolver el móvil o la tablet, apareciendo una gran frustración, incluso agresividad, y generando un problema de límites y normas con el que a los padres les resulta difícil lidiar.
¿Es buena la competencia o competitividad a edades tempranas?
Cuando motiva a mejorar y a superarse a uno mismo es buena. Sin embargo, en los niños con algún tipo de dificultad la autoestima suele ser baja, por lo que a la hora de realizar un deporte donde la exigencia es mayor (ya sea por la coordinación o por la propia práctica del deporte en sí) puede frustrar aún más a la persona. La competencia y competitividad en exceso en estas edades no es buena. Sobre todo cuando su meta es posicionarse por encima del resto, aspirando a ser “dioses” del deporte. Lo importante es que los niños aprendan a ganar y a perder y más tarde llegará la superación de uno mismo.
¿Te has encontrado casos en la consulta en los que el deporte tanto en exceso o por defecto el niño desarrolle una conducta negativa?
No es lo habitual, pero sí me he encontrado algún caso donde por un exceso de exigencia, sumado a otros factores desencadena trastornos de alimentación, ansiedad y un exceso de control. En estos casos son los padres los que tienen que estar atentos ante casos donde el deporte pueda pasar de ser un divertimento para su hijo a un problema.
El papel de los padres es importantísimo ya que deben apoyar a sus hijos pero nunca obligar. Deberían ser los niños los que elijan el deporte o la actividad que a ellos les guste, y no el que sus padres esperan que practique. Lo ideal sería que desde pequeños los progenitores fomentaran el ejercicio saliendo con la bici, jugando a la pelota o cualquier otro juego. Con esta simple práctica se contribuye a mejorar la actividad física de manera saludable y se evitarían problemas posteriores.
Por lo tanto, como psicóloga recomiendas el deporte como herramienta fundamental en la educación infantil y adolescente.
El deporte es necesario y muy recomendable. Lo que hay que cambiar es la manera de enfocarlo. Muchos niños se limitan a las horas lectivas de educación física y en muchos casos no son suficientes ni satisfactorias. Hay que educar a las personas asociando el deporte al disfrute, a compartir tiempo con familiares o amigos y no asociarlo a una obligación, o como un medio para conseguir vivir de ello.
El deporte tiene muchos beneficios en cada etapa de la vida, por eso es importante practicarlo. Para socializar, para crear hábitos, fomentar la disciplina, para liberar energía y canalizar la frustración, para sentirse bien y para superarse a sí mismo. También es recomendable, cuando estamos estresados o cuando aparecen problemas de ansiedad, salir a caminar o correr, ya que libera la mente y disminuye la tensión muscular. Haciendo deporte se liberan endorfinas que son las responsables de generar la sensación de bienestar y felicidad, y que contribuye a mejorar la autoestima.
Muchas gracias Cristina
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