A menudo vemos en películas y series americanas como los protagonistas (normalmente con un cuerpo escultural) salen a correr por las calles de una gran ciudad o en dirección a un gimnasio lleno de sacos de boxeo nada más levantarse de la cama y antes de ir a trabajar. En la siguiente escena (por lo general) el chico o la chica salen de la ducha y se disponen a engullir un desayuno a base de zumo, tortitas, huevos revueltos, bacon… antes de salir “corriendo” hacia una larga jornada laboral.
Pues bien, esto que forma parte de la ficción se ha convertido en una moda un tanto peligrosa. Incluso llegando a crearse un gran debate de los beneficios de hacer ejercicio en ayuno y los de hacerlo después de ingerir una primera comida. También apoyado por los mitos y las “fake news” que para nada ayudan a que la gente se aclare.
Y es que en las conversaciones entre amigos y usuarios de gimnasios existe la creencia que hacer deporte sin desayunar quema esos excedentes de grasas debido a la ausencia de carbohidratos en nuestro organismo. Por lo que esa quema de grasa nos proporciona la energía suficiente para hacer ejercicio.
¿Pero qué riesgos conlleva esta práctica?
Pues uno de los riesgos más graves sería una bajada repentina de glucosa en la sangre y el desvanecimiento posterior. Otra consecuencia es pérdida de masa muscular, es decir, todo lo contrario de lo que las personas buscan cuando hacen deporte o entra en un gimnasio. Es más, hay estudios que afirman que la ingesta de carbohidratos antes del ejercicio ayudan a la quema de grasas en las horas posteriores.
¿Es verdad entonces qué algunos deportistas entrenan en ayunas?
Sí, pero con matices muy importantes. Son deportistas cuyo deporte está basado en la resistencia como por ejemplo el ciclismo. Que buscan un máximo rendimiento durante las pruebas o (etapas en el caso del ciclismo) con el menor consumo de energía posible. Pero hay que decir claramente y lo pongo en mayúsculas que se trata de PROFESIONALES del deporte que están vigilados y supervisados por médicos, entrenadores y nutricionistas para que no exista ningún riesgo para la salud.
¿Qué es lo que podemos comer antes y después de entrenar?
Pues si no queremos tener ningún susto, o evitarlo en la medida de lo posible, podemos hacer un desayuno ligero a base de carbohidratos fáciles de ingerir como fruta, zumos y cereales complementándolo con algún yogur. Y para después… una tostada con queso fresco o un pequeño bocadillo de jamón serrano acompañado de un zumo o batido. Aunque esto es una pequeña recomendación ya que hay miles de opciones y recetas adaptadas a tus gustos o necesidades.
Después de estas pequeñas pinceladas está bastante claro que lo primero es la salud. Por lo tanto evitar prácticas vistas en la ficción o destinadas a profesionales del deporte nos evitará de más de un susto.